La moda Aesthetic ¿Libertad o nueva normativa?

Es común navegar por internet y encontrarnos contenidos con títulos muy resaltantes como “claves para tener un estilo Aesthetic” o “música Aesthetic” y, si bien pensamos que la moda aesthetic iba a ser una tendencia más, parece que esta llegó para quedarse. Ante ello, nos preguntamos sobre el crecimiento de la moda aesthetic.

El crecimiento del “movimiento” aesthetic.

Como vimos en artículos anteriores donde hablamos de este término y sus nuevas connotaciones, es claro observar que tiene un nacimiento digital y que ha encontrado un crecimiento exponencial por pandemia y el uso de redes sociales como TikTok, donde el término cada vez se hace más grande y no solo engloba estilos de ropa.

El término aesthetic hace referencia al valor de la estética y el placer visual, pero en la actualidad la palabra parece haberse abierto a más significantes y se ha reformulado a sí misma como un estilo de vida asociada a ciertos códigos de vestimenta, actividades e inclusive a la decoración de espacios. 

Hoy en día podemos observar que la “subcultura aesthetic” se ha apoderado de, no solamente los muros de inspiración de Pinterest, sino que está presente también en el imaginario de la moda actual… y en camino para ¿reemplazar a las subculturas? 

Para entender juntos si el término de “subcultura aesthetic” es realmente el correcto para nombrar a esta movida, podríamos empezar definiendo qué es una subcultura.

Desde una perspectiva sociológica, y en relación con las palabras de David Riesman en 1950, las subculturas nacen a raíz de un “estilo minoritario” que se desligan de la cultura principal por motivos independientes. Así, aunque en el presente sea la agrupación más cercana a una subcultura, lo aesthetic no puede considerarse una subcultura como tal, ya que este término habla de una fragmentación de la cultura dominante, mientras que la moda aesthetic entra dentro de la definición de una tribu digital, pues aparece en consecuencia de una conversión de intereses más no como una comunidad en sí misma estando ligada al ambiente online desde su nacimiento en las redes sociales.

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Sin embargo, la moda Aesthetic hasta la actualidad ha tenido un camino interesante que se ha nutrido de diferentes fuentes como las subculturas, internet y sobre todo las redes sociales, pero ¿Cómo se origina este fenómeno que hoy en día está en crecimiento? 

Examinemos a esta estética desde sus orígenes primarios para saber qué relación tiene con cada término a través del del gráfico de la siguiente seccion.

Las subculturas y su metamorfosis digital

Desde el nacimiento de las primeras subculturas y tribus urbanas en los 60s hasta el día de hoy vemos que la juventud tiene una increíble iniciativa en asociarse en grupos de mismos intereses y estéticas.

La calle se convirtió en un escaparate que servía para que las personas se encuentren, compartieran vivencias y se desarrollen juntas, ya que en su mayoría tenían una visión colectiva sobre la búsqueda del ser, donde en general cuestionaban lo establecido y pretendían encontrar un espacio donde se sientan en comunidad.

Dicho todo esto podríamos dar pie a decir que las subculturas tienen un eje característico, que era la importancia del encuentro presencial para compartir dichos intereses e ideas en común, pero ¿Qué pasa con la llegada del internet?

En lo que compete a tribu urbana y subcultura poco a poco observamos un decaimiento dentro de los últimos años, haciéndose cada vez más difusas las líneas que definían ciertos estilos, códigos implícitos y manifestaciones. Dando énfasis en este último punto podríamos recordar a la última subcultura antes de los aesthetic, “los Emo”, y me gustaría usarlos como ejemplo de puente entre el paso de la concentración en un espacio físico a un espacio virtual en las comunidades, ya que con el tiempo esta subcultura tuvo un mix interesante al convertirse en una de las primeras tribus online.

El tema de la subcultura emo está a razón de su tiempo de expansión, ya que sufrió un cambio drástico a través del tiempo afectando directamente a las manifestaciones de esta, donde actualmente quedan estragos apreciados en internet.

Si bien la subcultura Emo tenía un muy arraigado sentido de colectividad, sobre todo por el estilo de vida y filosofía, esta tuvo un cambio interesante por la aparición de normas estéticas marcadas que los identificaban como tal. Esto era muy distinto a subculturas anteriores, donde, aunque se formulaba un criterio estético, se tenía libertad y variedad de manifestaciones.

¿Pero qué relación tiene esta subcultura con la moda aesthetic?

Es interesante examinar el punto de quiebre de la cultura Emo ante lo que significó para las tribus modernas y nuevos estilos, pues con el pasar de las generaciones cada vez tendía a resaltar el tema de la estética, teniendo como insignia el estilo de cabello, los colores oscuros y estampados recurrentes que los identificaban. 

Esta subcultura se encontró con distintos cambios y llegó a adaptarse al mundo online y en ese proceso entabló un nuevo código de conversación en internet a la par de replicarse por los siguientes adolescentes de próximas generaciones, quienes terminaban haciendo suyo este estilo sin compartir en su totalidad la historia o las principales manifestaciones de la comunidad.

De subcultura a hashtag, y de hashtag a fast fashion

Con la aparición de internet también surgieron las primeras redes sociales, las cuales se convirtieron en nuevos espacios para explorar. Tumblr fue uno de los primeros espacios digitales de expresión e inspiración en la red, donde no solo podías crear contenido en forma de blogs, sino que también era un punto de exploración de intereses y estilos. Aunque la plataforma Tumblr se originó como una red social, esta terminó convirtiéndose en un estilo por sí mismo donde se incluían personas, fotografías y objetos; dando paso a la moda Tumblr.

Hablando de las redes sociales más actuales, es interesante cómo el alcance de las plataformas online y los contenidos mostrados en el feed de Instagram y Pinterest tenga tanta repercusión en nosotros y en cómo delimitamos las tendencias. Una vez escuché que “somos el promedio de las 5 personas con las que más nos relacionamos” y me gustaría trasladarlo al mundo digital en la moda como “somos los 5 estilos que más seguimos en redes”. 

Dentro del uso masivo de Instagram y Pinterest, la subcultura aesthetic trajo consigo aspectos positivos y necesarios para nuestro contexto como dar nuevas formas de expresión a través de estilos variables, lo cual ayudó a visualizar y normalizar estéticas que serían disruptivas en pequeñas ciudades fuera Lima, donde es muy difícil salirse del molde.

Si bien es cierto que los aesthetics y sus sub-estilos (Baddie, Grunge, sotf boy, etc) pueden ayudar a encontrar nuestro estilo personal también es cierto que pueden atraparnos en un bucle de repetición que nos retenga el paso para probar cosas nuevas, porque “están fuera de mi estética” o “yo no uso color” y la más contemporánea “no va con mi feed”.

Al día de hoy donde las redes sociales tienen tanta presencia, se origina una sobre-exposición a estas estéticas las cuales son cada vez más seguidas, replicadas y admiradas. Lo vemos, por ejemplo, en las tiendas de fast fashion que cada vez tienden más a replicar los diferentes tipos de aesthetics.

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Lo problemático de esto se origina en la presión de las marcas sobre las personas, pues para ser parte de una estética ahora se tiene que estar a la vanguardia y tener cierto tipo de prendas específicas que respondan a un estilo de moda aesthetic característico. Esto finalmente sirve especialmente al fast fashion y empresas retail como una herramienta súper útil para captar segmentos de mercado y crear necesidades falsas.

E-girl, soft boy ,vsco girl… ¿Cómo aparecen tantos sub-estilos?

Resulta intrigante ver cómo se desarrollaron estas tribus digitales y cómo estas están en proceso de expansión, ya que, aunque se originaron muy pocos estilos de aesthetic en un inicio, hoy en día resulta sumamente confuso descifrar todos, dado que son muchas variables nuevas y que, incluso, aún continúan apareciendo. 

Pero aún sabiendo cuál fue el camino de esta moda, aún nos queda la duda de ¿Por qué poseen una recepción tan grande en el mercado? Creemos que esto se debe a su sentido digital innato. Lo que une a los aesthetic se vincula esencialmente a un desarrollo online a través de la búsqueda infinita del internet. Esto trae consigo que la sub-alternatividad desaparezca, ya que la red crea una sensación de libre albedrío donde se nos abre un universo efímero de posibilidades.

Sin embargo, estas fronteras sobre la expresión en el vestir vuelven a construirse a través del uso de diferentes estéticas y sobre todo normas que nos dividen como nombres, prendas específicas e intereses.

Estamos viviendo un contexto donde la libertad del vestir se encuentra dentro de lo que se pre-aprueba a internet, ya que, aunque la variedad de estilos de aesthetics nos ayudan a encontrar intereses y probar estéticas, también nos regulan a seguir normas específicas si quieres entrar de lleno a una comunidad. Esto va acompañado a la incesable necesidad de encasillarnos y delimitar quiénes somos para la sociedad.

Pero al mismo tiempo la línea entre lo permitido es muy difusa, ya que son muchos estilos y aunque tengan nombres individuales es muy fácil confundirse porque carecen de profundidad en sí al basarse solo en el lado estético-visual, sin un respaldo discursivo.

¿Cuál crees que será el destino de esta comunidad? ¿Piensas que la moda aesthetic tiene otras relaciones interesantes no exploradas en este artículo? Coméntanos en las stories.

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Portada por Lorena Naveda

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