trabajadores textiles en gamarra
Extra Craps

Situación de lxs trabajadores textiles en Gamarra

Este mes se celebró la Semana de la Revolución de la Moda –Fashion Revolution Week, en inglés- instaurada por la organización Fashion Revolution de manera global. Hemos escuchado una y otra vez la relevancia del incidente de Rana Plaza y los diversos casos de explotación en países como China o Vietnam. Sin embargo, nos dimos cuenta que ninguna organización peruana había tocado el tema, ni siquiera para empezar a discutir, de la situación de los trabajadores textiles en Gamarra, el principal centro textil de nuestro país.

¡Así que nos pusimos a indagar! Algunos datos sueltos ya los pusimos en nuestro feed de Instagram, pero era igualmente necesario mostrar toda la información que habíamos podido recopilar.

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En primer lugar hay que tener en cuenta que en Gamarra hay 7 mil talleres textiles, de acuerdo a Susana Saldaña, presidenta de la Coordinadora de Empresarios de Gamarra. En estos 7 mil talleres se pueden encontrar más de 80 mil personas trabajando, y de acuerdo al libro Gamarra Invisible (2014) entre ellas se pueden encontrar trabajadores hombres y mujeres, de todo tipo de edad y, la mayoría, trabajando por destajo, lo cual quiere decir que les pagan por cantidad de productos producidos y no por tiempo de producción.

Inseguridad laboral, anti-sindicalización y horas extra sin pago

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Fotografía de un taller textil en alquiler en Gamarra. Foto: Portal de propiedades en venta WPerú

De acuerdo al informe del 2011 elaborado por la organización independiente Centre for Research on Multinational Corporations (SOMO), las empresas textiles peruanas pasan los riesgos y las presiones hacia los eslabones más bajos de su cadena de suministro, para poder asegurar los ingresos y asegurar su puesto del mercado textil.

Así, de acuerdo al investigador Miguel Valderrama, en un artículo del libro Gamarra Invisible (2014), los trabajadores textiles en Gamarra “afrontan cotidianamente una serie de adversidades: horarios de trabajo que exceden las 8 horas, actividades intensas y extenuantes que en muchos casos ocasionan problemas de salud, exposición a diferentes formas de discriminación y violencia, etc.” (p. 176).

Uno de los principales problemas que afrontan los trabajadores textiles en Gamarra es la inseguridad laboral. De acuerdo al informe SOMO, de 400 trabajadores textiles entrevistados, el 94% de ellos estaban empleados bajo un contrato temporal. De estos, el 96% tenían un contrato de seis meses o menos. A esto se le suma que, al 67% de trabajadores textiles que tenían un contrato, el empleador no le había dado una copia del documento, lo cual es altamente problemático para una correcta demanda de derechos laborales.

Tener un contrato temporal de trabajo solo incrementa la incertidumbre laboral dentro de este sector, lo cual imposibilita que los trabajadores textiles puedan tener algún tipo de seguridad laboral.

Para el caso de los trabajadores textiles en Gamarra que trabajan por destajo (“destajeros”), Valderrama menciona que “un ‘destajero’ que concluye un trabajo en tres días busca otro empleo de inmediato […] Esta capacidad [de encontrar trabajo] se verá influida, además, por el contexto de mayor o menor producción, de acuerdo a los ciclos o temporadas en los que se usan tipos de prendas específicas” (p.7).

Otro problema que afecta a los trabajadores textiles en Gamarra es el número de horas laborales. Este trabajo, de acuerdo a SOMO, implica entregas rápidas y trabajo contra el rejo usualmente también impredecible. La consecuencia de eso es que los trabajadores tienen días de trabajo muy irregulares y largas, en los que las horas extra son cosa cotidiana.

El mismo informe de SOMO menciona que el 60% de trabajadores indican que es usual trabajar más de 12 horas al día cuando hay un pedido urgente. Para la mayoría de trabajadores textiles, es imposible rechazar estas largas jornadas, pues pueden arriesgarse a perder su trabajo o que no los vuelvan a contratar en la siguiente temporada.

Esto ocurre en la mayoría de trabajadores. Sin embargo, los más jóvenes son los que tienen menos ventaja para encontrar una buena remuneración. En el artículo de Valderrama, se puede encontrar el testimonio de un joven destajero de Gamarra: “Ah, para que los exploten. ¿Por qué escogen jóvenes? Porque el joven no le va a decir nunca ‘’¡por qué me pagas así!’ Se deja nomás” (p.184).

Al igual que los jóvenes, los nuevos en el rubro también son los que tienen mayor problema para conseguir un trabajo seguro. En otro testimonio recopilado: “Ahí te ven, pues, y el empleador piensa: ‘ah, el pata no sabe […] recién está aprendiendo, ya pues, entonces le voy a hacer que avance nomás, y cuando termine le voy a dar la mitad. El contrato era por 200, le voy a dar 100 nomás” (p.186).

Finalmente, los trabajadores textiles en Gamarra tienen un bajo índice de organización sindical. Sin embargo, esto no es por falta de iniciativa. De acuerdo a SOMO, los trabajadores textiles no forman ni se unen a un sindicato por el miedo a las repercusiones del empleador, el cual puede remover sus contratos.

Denuncias sindicales

Fotografía de la huelga del sindicato de la empresa textil Hialpesa en julio del 2019. Foto: IndustriALL Global Union

A pesar de todo ello, sí existe actualmente un grupo sindical que reúne a los trabajadores textiles de Gamarra: la Federación Nacional de Trabajadores Textiles y de Confecciones del Perú (FNTTP). En el informe elaborado por el Programa Laboral de Desarrollo (PLADES), se rescatan 50 denuncias facilitadas por esta organización sindical, que está compuesta por diferentes sindicatos de varias empresas textiles nacionales.

Entre estas se encuentran denuncias del sindicato de la empresa CREDITEX S.A.A., que produce prendas para marcas internacionales reconocidas como Basement, University Club, Christian Lacroix y Paco Rabanne, así como marcas nacionales como M.bö. También está el Sindicato de Trabajadores de Modipsa-Pioner que trabaja con marcas como Pionier y Squeeze. Finalmente, no es de sorprender que el sindicato de Topy Top también tenga denuncias en la lista citada por el informe.

Como se muestra en el cuadro de abajo, de los 50 expedientes que el informe muestra, en el 60% se denuncia asuntos sindicales, los cuales “están relacionados con el ejercicio de libertades y derechos sindicales (discriminación antisindical, licencia sindical, hostilizaciones antisindicales, etc.)” (p. 14). El 19% está vinculado a una denuncia por seguridad y salud en el trabajo, el 11% por desnaturalización del vínculo laboral, el 6% por hostilizaciones y el 4% por pago de beneficios sociales y descanso vacacional.

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Foto: extraída del informe La efectividad de la inspección de trabajo en el sector textil-confecciones de Lima Metropolitana: Un estudio de casos, elaborado por el Programa Laboral de Desarrollo (PLADES) en el 2018, página 14.

Estos 50 expedientes no son casos aislados.

El mismo informe menciona que en Lima Metropolitana, entre octubre del 2016 y febrero 2017, fecha en la que se recogió información, se reportaron 5934 órdenes de inspección. Como se muestra abajo, se recibieron 1924 denuncias por pago de beneficios sociales, 1738 por despidos arbitrarios.

Lo alarmante es que se recibieron 108 órdenes por accidentes de trabajo y 11 por accidentes de trabajo mortales.

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Foto: extraída del informe La efectividad de la inspección de trabajo en el sector textil-confecciones de Lima Metropolitana: Un estudio de casos, elaborado por el Programa Laboral de Desarrollo (PLADES) en el 2018, página 11.

Bibliografía utilizada

Para hacer este artículo-resumen, utilizamos los siguientes artículos:

  • Estrategias de inserción laboral de los destajeros de confección textil en Gamarra de Miguel Valderrama, publicado en el libro Gamarra Invisible, editado por Moisés Rojas en el 2014. Libre descarga aquí.
  • Gender aspects in the Latin American garment industry, realizado por la organización independiente Centre for Research on Multinational Corporations (SOMO) en el 2011. Libre descarga aquí.
  • La efectividad de la inspección de trabajo en el sector textil-confecciones de Lima Metropolitana: Un estudio de casos, elaborado por el Programa Laboral de Desarrollo (PLADES) en el 2018. Libre descarga aquí.

Fotografía de portada por El Universo


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