Discusiones

La huachafería: el gran dedo medio al “buen vestir”

Lo huachafo es una cuestión que me interesa mucho y que, sobre todo, cuestiono. Es un concepto que yo he escuchado en todas partes: en mi familia, en los medios y entre conversaciones de la calle; pero sobre el cual nunca me he preguntado exactamente a qué se refiere.

Con la idea de profundizar un poco más en el tema, realicé una búsqueda entre publicaciones en Google, comentarios de Facebook y hashtags de Instagram sobre la palabra, para ver a qué se le denominaba huachafo/a y en qué contextos se utilizaban. Dado que los términos huachafada,  huachafo/a y huachafería son peruanismos, el contenido que encontré fue de origen local.

fb huachafogoogle huachafoig huachafo

Para comenzar, al parecer el concepto huachafo es más usado (no sé si así se originó la palabra) en el área de arquitectura para denominar espacios urbanos donde hay muchas viviendas apiladas de forma desordenada y de distintos estilos o diseños entre sí (sobre eso encontré una cuenta de Instagram súper interesante).

Ahora bien, de acuerdo al contenido que hallé, el concepto huachafo se puede aplicar tanto para referirse a una acción en específico, como para valorar la vestimenta de una persona.  Los dos usos muestran una valoración negativa hacia el objeto referido, independientemente de quien ejecuta la acción o lleva las prendas, y el contexto en el que ocurre.

Las acciones huachafas están vinculadas a un sentido de esnobismo, ridiculez o de pretensión. Por ejemplo, un comentario encontrado en Facebook señalaba que “tomar café [helado, supongo] en copa de champagne” era una huachafería. Hay, ciertamente, una idea de desorden detrás de este uso: el café se sirve en taza y la copa de champagne es solo para contener champagne; es decir, cada uno tiene su sitio. También está la idea de pretender ser/tener algo que no se es/tiene, para lo cual se debe generar este desorden: quiero usar/mostrar la copa de champagne, aun así no tenga champagne. Finalmente, para quien observa y juzga, esta acción termina siendo “ridícula” por intentar engañar al espectador.

La valoración que se asocia a este tipo de acciones no es tan distinta a la de la vestimenta; sin embargo, esta última es en la que quiero profundizar.

Las vestimentas huachafas están relacionadas con la falta de estética y autenticidad. El “mal gusto” para vestirse sugiere que existe una estética regulada o normada que debe ser la guía absoluta para el vestir. De acuerdo a lo que encontré, ese “mal gusto” o huachafería al vestirse se refiere al uso de demasiados colores en un mismo outfit (lo cual trasgrede la “regla de los 3 colores” que recomienda el uso de hasta un máximo de tres colores para combinar en un mismo atuendo) y la mezcla de distintos estilos (como puede ser ponerse zapatillas cuando se está usando un terno). Nuevamente, la huachafada es cuestión de generar un desorden.

A continuación, se pueden observar imágenes que se encontraron bajo la etiqueta de huachafo/a.

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Meme del atuendo de Bad Bunny, encontrado en Facebook bajo la descripción “No entiendo por que los comparan con ese wey quee es mas huachafo que renzo Costas….”
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Meme encontrado en Facebook bajo la desripción “ESTA GENERACIÓN HUACHAFA, CABEZAS RAPADAS, CABELLOS TEÑIDOS ,ROPA RASGADA COLORIDA ETC”
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Foto encontrada en Facebook bajo la descripción “Como dos gotas de agua huachafo total #missperu2016 para la próxima escojan mejor al presentador del certamen”

La falta de autenticidad también está relacionada con ser huachafo/a al vestirse. Esta se refiere, nuevamente, a pretender lucir como algo que no se es (lo cual me hizo recordar mucho a la noción de “posero” que tanto escuchaba en tiempos emo de la secundaria, para denominar a quien no era “verdaderamente” emo kid). Este tipo de huachafada se basa en la premisa de que uno puede enmascarar su identidad a través de lo que escoge vestirse; pero, ojo, teniendo en cuenta que “aunque la mona se vista de seda, mona se queda”.

Se me ocurren varias preguntas: ¿cómo se obtiene la autoridad de decir que alguien no está siguiendo las pautas del buen vestir?, ¿qué diablos es el buen vestir? ¿quién lo creó?, ¿cómo es que alguien, que no es nosotros, puede tener la seguridad para enunciar que nuestro vestir no refleja nuestra identidad? y estoy tentada a responder que pretender ser juez en nombre de “la buena estética”, es lo realmente huachafo.

Pero, lo que me pregunto en última instancia es ¿qué relación existe entre el que señala y es señalado de huachafo/a?

“Huachafear” a alguien no es cuestión de clase, ni de dinero, ni de edad, ni siquiera de raza. En mi búsqueda por encontrar qué constituye la huachafada, me he encontrado con noticias donde una modelo local tilda de huachafo a un jugador de fútbol peruano por un atuendo específico, también un post de Facebook donde un desconocido señala de “ridículo huachafo” a Cristiano Ronaldo por sacarse la camiseta para celebrar una victoria; o una riña donde a un conductor de un programa local lo señalan como huachafo, cuando él en otra ocasión había tildado de la misma forma a otra persona.

Como el “cholear”, el señalar que alguien es huachafo se usa de forma despectiva para denominar lo que uno (desde su posición de menos huachafo) no es; porque, así como siempre hay alguien a quien cholear, también siempre hay alguien que será (más) huachafo que uno.  “Huachafear” existe y va a seguir existiendo mientras sigamos comprando ropa y decidiendo todos los días qué ponernos. Pero, también existe porque alguien no-huachafo identifica en otra persona prendas que nunca se pondría, o combinaciones de prendas que nunca haría; y solo por esa razón, la juzga. ¿Tiene sentido que solo porque yo decida diferente en cómo vestirme, adquiera un adjetivo negativo?

Pero, propongo esto: no definamos al huachafo por lo que no es, o no puede ser; entendámoslo por lo que sí es y por lo que se caracteriza. La huachafada, desde mi opinión y en base a lo que he sostenido en esta entrada, es libertad.

Libertad de ponerme lo que quiero solo por el placer de hacerlo y porque puedo

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Libertad de dejar de esperar que el otro me considere bien vestido/a (vestirme más para mí, que para el ojo ajeno)

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Libertad de construir y mostrar mi identidad a través de lo que visto, sin que nadie cuestione su autenticidad.

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*La ilustración de la entrada es de Jérémy Combot