usar bikini
Discusiones

“Para usar bikini debo estar depilada y comer ligero antes”: ¿dónde quedó el body positive cuando hablamos de usar bikinis?

Tengo una relación de amor y odio con el verano. Amo ir a la playa, pero odio pensar en que tengo que ponerme ropa de baño. Amo la falsa sensación de libertad que siento de enero a marzo, y al mismo tiempo, odio pensar que debo quitarme cada pelo del cuerpo, meter barriga si es que me paro o me siento y, lo peor de todo, encontrar alguna ropa de baño que me quede “bien”. En pleno boom del “body positive”, honestamente aún no soy capaz de ser más fuerte que mis inseguridades. ¿Cuántas más nos sentimos así? A continuación, conversamos con cuatro mujeres para que nos cuenten qué significa para ellas el usar bikinis.

Pedazos de tela con muchísimo poder

El bikini es el ejemplo perfecto de cómo es que algunos pedazos de tela tienen el poder de condicionarnos tanto. Básicamente, unos cuantos triángulos de lycra pueden decirte qué comer, cuándo comer, si debes hacer ejercicios con meses de anticipación, y cualquier cosa que implique sentir que tienes que cumplir con ciertos “requisitos” para usarlo.

Y obvio, no fuimos nosotrxs quiénes le otorgamos tanto poder. Existimos bajo un sistema que oprime y estigmatiza cuerpos que no encajan con el ideal de belleza hegemónico. Tenemos también una gordofobia muy interiorizada. Es por eso que, incluso siendo delgadxs, nos da temor subir unos kilos, o que se nos vean algunos rollos. El miedo a no ser perfectxs, como si es que eso fuera posible, es inmenso. Y si lo analizamos de lejos, y lo pensamos bien, es algo inmensamente tonto. Sin embargo, ¡qué difícil es no seguir pensando así!

Tampoco podemos negar que hoy en día las marcas hacen cada vez más esfuerzos para normalizar la idea de que no hay que tener un “bikini body” para usar lo que te dé la gana. Pero siendo sincerxs, ¿estos esfuerzos funcionan o son sólo una estrategia de marketing vacía?

LEE TAMBIÉN: [El mito del cuerpo de verano: ¿cómo apareció y qué implica en la actualidad?]

experiencia al comprar bikinis
Campaña de Target. Fuente: Google.

¿Cómo te sientes respecto a tu cuerpx y la elección del bikini?

Recopilamos algunas opiniones para poder saber cómo vamos, y, sobre todo, si es que años de estigmatización a los cuerpos no hegemónicos pueden ser borrados con una buena dosis de contenido “body positive”.

  1. Carolina, 31 años:

“Relaciono el usar bikini con estar en la playa y disfrutar, además me entusiasman los diseños. Sin embargo, el usar bikini también me hace pensar que debo depilarme y meter la barriga mientras lo use, lo cual suele opacar mi positivismo con preocupación.

Generalmente, antes de usar bikini me obligo a comer más sano algunos días antes. Incluso el día que me lo voy a poner, como muy ligero porque me hincho y sé que eso me va a generar incomodidad. No es algo que piense que todxs deben hacer, sólo que yo no me siento tan superada ni cómoda con mi cuerpo. Sobre todo, después de comer.

Tiempo atrás, no usaba bikini. Lo que me animó fue tener un poco más de madurez. A pesar de que aún no estoy del todo cómoda con mi cuerpo, antes era mucho más insegura, y ahora si quiero ponerme un bikini, me lo pongo así no esté en mi peso ideal.

Por otro lado, el lugar y la compañía también influyen en mis elecciones. Si voy al extranjero, siento menos roche que en Perú. O si es que voy a algún lugar donde las personas que me van a ver no son tan cercanas, siento que pueden criticarme y tiendo a sentir vergüenza.

Finalmente, respecto a mi experiencia al comprar bikinis, creo que antes teníamos menos opciones. Desde que puedo comprar por internet, he podido encontrar bikinis a la cintura. Y acerca de las tallas, no he podido encontrar tantas opciones para la talla L o XL, como sí los hay para tallas más pequeñas.”

  1. Johana, 27 años:

“Uso bikini y me siento cómoda con él. Sin embargo, sí siento que para poder usarlo debo de tomar acciones especiales como no comer pesado en la mañana para no hincharme. En el pasado, sentía que era necesario prepararme haciendo ejercicios antes de que llegue el verano para poder usarlo, pero ahora no.

Mi relación con el bikini definitivamente ha cambiado con el tiempo. De hecho, el sentirme cómoda con él ha sido gracias a que empecé a ir a terapia y pude tener un espacio para trabajar temas relacionados a mis inseguridades corporales.

Sin embargo, encontrar un bikini que me quede bien no es una tarea fácil. En mi caso, la parte de arriba me puede quedar bien, pero la parte de abajo no. Me gustaría encontrar más opciones que faciliten mi experiencia al comprar bikinis, como por ejemplo que vendan las piezas por separado para poder escoger tallas diferentes en cada una.”

  1. Yuri, 31 años:

Tengo sentimientos encontrados con el bikini porque, por un lado, para mí significa usar algo bonito que puede gustarme mucho y, por otro, tengo miedo y recelo de usarlo por temor a que me miren y me juzguen. Cuando lo he usado, no siempre me he sentido cómoda. Esto muchas veces depende de quiénes están a mi alrededor. En algunos casos, he sentido la necesidad de cubrirme con algún pareo para que la gente no se percate de alguna imperfección. En otros casos, incluso he sentido miedo e inseguridad por algunas miradas obscenas.

Respecto a mi experiencia al comprar bikinis, sí suelo encontrar mi talla y corte. Prefiero los que son pequeñitos y no cubren mucho. Cabe mencionar que no siempre fue así. Antes sentía mucha inseguridad en mostrar mi cuerpo por una idea estética.”

  1. Liliana, 29 años:

“Yo no uso bikini. Lo he hecho en el pasado cuando era más flaca. En aquella época, trataba de comer menos para poder sentirme algo segura usándolo, sin embargo, he tenido desórdenes alimenticios cuando era adolescente y me da mucho temor volver a estar cerca ese límite.

Ahora uso ropas de baño enteras, pero esto no significa que no tenga preocupaciones antes de ponérmelas. Aun usando una prenda que me cubre todo, inconscientemente meto la barriga cuando me la pongo. También trato de comer ligero algunos días antes, pero soy consciente de que no lo hago con la esperanza de volver a usar bikini, si no que siento que de todas formas me veré algo mejor.

Sobre mi experiencia comprando bikinis o ropas de baño, nunca acierto con la talla ni con el corte. En parte porque no me pruebo nada en las tiendas, ya que la idea de verme en el espejo de los probadores me genera mucha inseguridad.”

Aún falta mucho

Me pregunto si es que alguna vez nos desprenderemos de la relación entre el bikini y la comida. O de la necesidad de depilarnos o “prepararnos” de una manera tan estresante para ponernos algunos pedazos de tela.

¿Cuándo podremos sentir que somos libres de ponernos lo que nos dé la gana? ¿Cuándo dejaremos de sentir que nuestros cuerpos no merecen ser paseados libremente por el simple hecho de tener pelos, estrías y rollos?

Por lo que he leído, tal vez el mensaje “body positive” no es suficiente. Hay más que cambiar.


Portada por Lorena Naveda

Si quieres seguir leyendo artículos como este, síguenos en Instagram.