Un básico atemporal: El little black dress
Cuando pensamos en un little black dress (LBD), o vestidito negro, vienen a nuestra mente conceptos como sencillez, sobriedad, elegancia, clase y atemporalidad.
Y es así. Podemos ver a íconos de la moda usando alguna vez un little black dress o, incluso, recordamos a algunos personajes justamente por usar este vestido.
¿Quién no recuerda a Holly Golightly en Breakfast at Tiffanys (1961) o a la Posh Spice Victoria Beckham siempre elegante en un LBD en los 90?
Lo cierto es que pocas prendas son consideradas un básico de fondo de armario como un vestido negro, o little black dress.
Aunque siempre se caracterizará por ser un vestido corto, de corte clásico y completamente negro, hoy en día, este vestido puede ser de diferentes estilos y confeccionado en distintos materiales.
Símbolo de distinción
El color negro, comúnmente asociado en la historia al duelo, la muerte y a la religiosidad, también posee una connotación de elegancia y distinción.
Ya en el siglo XV, el duque de Normandía Felipe el Bueno usaba vestidos negros para distinguirse de los miembros de su corte, quienes vestían atuendos de colores llamativos, a la usanza de la época.
Siglos después, alrededor de inicios de 1900, el artista John Singer Sargent pintó Madame X, el cual mostraba a una mujer con un escotado vestido negro. Dicho cuadro causó controversia revelar la sensualidad del cuerpo femenino. Sin embargo, esto marcaría el cambio de la percepción del color negro, de la austeridad religiosa a la sensualidad.
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De la sencillez al glamour
El primer diseño del little black dress se le atribuye a Coco Chanel, cuyo boceto del vestido fue publicado por primera vez en 1926 en la versión americana de la revista Vogue.
Este modelo fue bautizado como T dress porque, en alusión al modelo T de la marca de autos Ford, por ser un vestido simple, comparado con los elaborados vestidos de la época, accesible para las mujeres de todas las clases sociales, y negro, como los carros de la marca.
Después de la Primera Guerra Mundial, fue el diseñador Christian Dior quien con el New Look actualizó la silueta y el concepto del little black dress, haciéndolo más sexy, femenino y elegante.
Rápidamente, el little black dress, que ya comenzaba a ceñirse al cuerpo, se convirtió en la opción ideal para las fiestas cocktail.
Sin embargo, fue en los años 1960 que, junto con la creación de la minifalda, apareció el mini black dress, muy popular entre el mercado juvenil por su diseño simple y a la moda.
En los tiempos modernos
Con el pasar de los años, el little black dress se adaptó al uso de cada época.
Por ejemplo, el little black dress de Saint Laurent en los años 80 tenía hombreras y una cintura pronunciada.
Mientras que en los 90 la siluetas se simplificaron de nuevo, dando pase a vestidos minimalistas y vanguardistas.
Sin embargo, el “Revenge dress” paralizó al mundo en 1994 de la mano de la princesa Diana de Gales, quien usó este little black dress el mismo día en que el príncipe Carlos confesó su infidelidad.
¿Dónde conseguir un LBD?
Aquí una selección de little black dresses para todos los gustos.
Imagen de portada: Radio Montecarlo