lolita en Perú
Entrevistas

En Perú, ser lolita no es solo ponerse un vestido pomposo

Hace poco fuimos al Cool Japan Fest y nos topamos con las lolitas, una comunidad de chicas que buscan fortaleza en la vestimenta de la Europa antigua. Sin pensarlo dos veces, nos juntamos con Vanessa, lolita desde hace 10 años y parte del colectivo/hermandad Lolimafia en Perú.

Pero, primero, ¿qué es lo lolita?

La cultura lolita, nos cuenta Vanessa, nace en Japón en los años 70s y pasa por un boom en los 90s. Esta cultura es reconocida por su marcada estética, la cual se apropia de los vestidos e indumentaria utilizados en la época victoriana y rococó. Sin embargo, como nos indica Vanessa, la identidad lolita no se basa solo en los vestidos pomposos, enaguas y tocados en el cabello. Así, los principios lolita rescatan la fortaleza y la independencia de diversos personajes históricos, los cuales buscan proyectar a través de su indumentaria.

lolitas en Perú

La comunidad lolita llega al Perú en el 2006. Es en este año que las primeras interesadas (entre ellas Vanessa) se empiezan a juntar. Así, desde tal fecha, la comunidad lolita ha estado creciendo en Perú, no solo en Lima, sino también en provincias.

Ser lolita es una prueba de resistencia en Perú, una sociedad que mira y juzga

El amor por lo lolita

Vanessa nos cuenta que su primer acercamiento con lo lolita fue en el 2007 a través de un evento especializado.

“Cuando la vi a ella [una lolita], la vi con su falda, sus medias y su blusita, y me gustó. Comenzamos [con mi amiga] a ver revistas y dije ‘¡oh! esto es lo que siempre había estado buscando’. Eran vestidos ni muy largos ni muy cortos y se veían hermosos. Así fue que me compre mis primeros vestidos”.

Antes de ser lolita, Vanessa nos cuenta que era diferente su personalidad y forma de relacionarse con los demás.

“Me enamoró y me ayudó a salir de ciertas cosas que yo consideraba que eran normales. Era muy diferente antes de lolita, era muy tímida. Aprendí a hablar un poco más, a defender mis ideas, a decir no.”

 

“El mayor problema en el grupo es el miedo y la vergüenza”

Ser lolita en Perú no es fácil. Nuestra sociedad prefiere mirar de forma negativa todo lo que sea diferente. Por consecuente, ser lolita puede ser muy incómodo al principio.

“Las primeras veces tienes miedo a que te hablen. Yo tenía miedo que me hable un extraño. Me acuerdo que iba toda tímida hasta el paradero para tomar el bus. Lo primero eran los audífonos que te ponías para no escuchar los comentarios. […] En la calle cuando te molestan, te dicen Halloween o esas cosas.”

A eso se le suma el acoso de hombres.

“Nos dicen que nosotras cumplimos las fantasías de algunos chicos y por eso nos vestimos así. Varios hombres nos escriben para saber cuándo son nuestras reuniones.”

lolitas en Perú

También, el uso de un vestido pomposo y miles de accesorios, dificultan la movilidad de las lolitas entre los distritos de la capital peruana.

Hay lolitas en Perú para rato

Aún con todos estos obstáculos, la lucha por vestirse como uno desea, se gana. “Finalmente, sí resistimos“, nos comenta Vanessa luego de enumerar todos los obstáculos que tiene una lolita para poder expresarse como quiere.

lolitas en Perú

En ningún momento a Vanessa se le pasó por la cabeza dejar de ser lolita. Poniendo en práctica los principios de esta comunidad, todo los fines de semana se enfrenta a las miradas. Incluso, nos cuenta orgullosa sus hazañas en el Metropolitano. Para ella, lo más importante es la felicidad que siente al verse en el espejo con su outfit lolita.

Y en Craps derramamos una lágrima de emoción.

“Cuando ya estoy producida, me miro en el espejo y digo ‘esta soy yo’. Cuando ya estoy lista, me siento súper feliz y me importa un comino lo demás.”